Del dicho a la copa: Qué bodegas jóvenes llevan la cultura popular a sus etiquetas
Desde sus marcas, son varias las casas que recurren a expresiones cotidianas. Aquí, cómo fue que Cuchillo de palo, Casa de herrero, Ojo de buen cubero, Mosquita muerta, Cordero con piel de lobo, Sapo de otro pozo, Margaritas para los chanchos y Entre gallos y medianoche se hicieron botellas.
Mosquita Muerta, pura vitalidad
Otro proyecto que eligió aprovechar la popularidad de los refranes argentinos fue Mosquita Muerta Wines. Nació en 2009, de la mano de la empresa mendocina Familia Millán.
El nombre fue idea de José J. Millán (hijo), que quiso usar conceptos cotidianos para bautizar no solo a la bodega, sino también cada uno de los vinos que se produjeran en ella.
Es así como vieron la luz de los supermercados y las vinotecas Mosquita Muerta, Perro callejero, Cordero con piel de lobo y Sapo de otro pozo. Pero, ¿por qué estas frases puntualmente?
Mosquita Muerta “hace referencia a una persona de la que nadie espera nada, pero al final del camino logra concretar grandes cosas”, aseguran desde la bodega. O sea, un proyecto que nació con perfil bajo, pero no con pocas pretensiones.
“La marca también es una auto referencia a su creador, José Jesús Millán, una incansable Mosquita Muerta que supo convertirse en un gran exponente”, aseguran.
Es que Millán padre fundó el mercado Átomo en Mendoza, en 1969, que llegó a transformarse en una gran cadena con presencia en varias provincias, además de incorporar bajo ese apellido otros rubros: frigorífico, aceite de oliva, vino.
La propuesta de Mosquita Muerta Wines son blends premium de viñedos localizados en distintas zonas de la provincia, como Gualtallary, Vista Flores, Chacayes, Tupungato, La Consulta, Los Árboles, Altamira, Perdriel y Medrano.
Ver nota completa en el diario Vinomanos: https://vinomanos.com/2023/09/etiquetas-de-vinos-con-refranes/